
Acerca de
En el marco la Implementación de la Estrategia Estatal de Pueblos Mágicos, el Gobierno del Estado de Yucatán a través de la Secretaría de Fomento Turístico, desde el 2021 ha venido realizando jornadas de sensibilización y capacitación del programa a través de talleres de gobernanza y articulación de cadenas de valor, así como foros de difusión del programa, cuyo objetivo es impulsar la colaboración de la ciudadanía y la administración pública para el desarrollo sustentable del turismo en los Pueblos Mágicos. A través de estos talleres se proporcionan herramientas para conformar y/o fortalecer los comités ciudadanos de pueblos mágicos para las localidades con nombramiento de Yucatán y los postulantes como lo es la localidad de Tekax, Espita, Motul, San Felipe, El Cuyo, Río Lagartos y Muna.
Nuevos Pueblos Mágicos

Tekax
Tekax representa la asombrosa tierra de la cultura viva de los mayas del sur de Yucatán: su naturaleza, arquitectura, cultura e historia transportan al visitante a un enigmático mundo mágico, misterioso y profundo. Etimológicamente, Tekax significa en maya "el lugar de los bosques" y su historia está tan prolijamente labrada como el ecosistema que le brinda significado a su nombre.
Tekax de Álvaro Obregón, cabecera municipal, posee un excepcional sabor colonial que se percibe al caminar por el Centro Histórico, el cual conserva su hermosa arquitectura colonial, impactante y de gran belleza. Se encuentra rodeado de arquerías y casonas de diferentes estilos arquitectónicos.
Se encuentra también el impecable palacio municipal, el cual es el más extenso de Yucatán. Destaca su acogedor parque principal, rodeado de finas filigranas estilo francés, en cuyo conjunto ofrecen un remanso de tranquilidad a la sombra de laureles, que por las tardes las golondrinas endulzan con sus trinos, anunciando el atardecer.
Cuenta la historia que una luminosa mañana a inicios del siglo XVIII, dos pequeños hermanos descubren en una sarteneja entre los cerros que enmarcan la población una efigie morena, de baja estatura, que les dijo que no contaran que lo vieron, bajo el riesgo de un duro castigo. Niños al fin, el menor de ellos lo contó a sus padres, y presa de ardientes fiebres pronto fallece. Conocidos los hechos, la población subía al cerro arriesgando la vida con tal de conocer al poderoso numen, quien repartió enfermedades a diestra y siniestra hasta que un “jalón de orejas celestial” lo inmovilizó. Llevado con pompa y circunstancia a la iglesia, fue una sorpresa ver que al día siguiente ya no estaba, habiendo retornado a su sarteneja en la Sierra. Lo llevaron de vuelta a la iglesia, y el santo amaneció otra vez en la sarteneja, y así sucedió hasta que entendieron que el santo quería iglesia propia. Y es así como deciden construir la emblemática Ermita de San Dieguito.
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Espita
Espita es una población oriental de Yucatán que existe desde los tiempos prehispánicos y como casi todo México tuvo un mestizaje étnico y cultural con la llegada de los conquistadores castellanos. Logra un elevado desarrollo económico y cultural a mediados del siglo XIX y el primer tercio del XX. Sus habitantes tienen la fama de ser gente instruida, ya que a lo largo de la historia Espita ha sido testigo de la evolución y transformación social, industrial y política.
Fue considerada como uno de los focos culturales más importantes de la península en el siglo XIX, por lo que fue conocida como “La Atenas de Yucatán”. En el Chilam Balam de Chumayel, (foja 5) traducción de don Antonio Mediz Bolio dice que entre los años 462 y 522 los peregrinos mayas de la Pequeña Bajada pasaron por XPPITAH (“cahlicah cakuchab: Xppitah”, hoy Espita. Eran los itzáes antes de instaarse en Chichén.
En su territorio se encuentran vestigios arqueológicos en Xnohá y Xuenkal que estuvieron dedicados a las actividades religiosas y funcionaron como espacios para los vigías. Con el auge de la industria henequenera en Yucatán, el ex Gobernador y Ministro de Fomento en el gabinete de Porfirio Díaz, adquiere y transforma haciendas locales, antes proveedoras de alimentos y alcohol a las monocultoras del agave situadas en el centro y poniente del territorio yucateco.
Cuentan con una tradición culinaria particular, tales como: Los cotzobes, tamales Sakah, Chocolomo, Xupik y alfajores espiteños. Siendo una sociedad muy organizada a través de agrupaciones formales, los pobladores conservan con orgullo su riqueza cultural envuelta en su lengua materna, sus trajes típicos, sus vaquerías, la fiesta del pueblo y su gastronomía ancestral.
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Motul
Como centro poblacional posee tradición de casi un milenio de antigüedad, fue nombrado así en reconocimiento a Zac Motul, un sacerdote maya, presumiblemente nacido en el Mayab durante el siglo XI, en la época precolombina, a quien se le atribuye la fundación de la ciudad.
Motul invita a descubrir el pasado y a disfrutar de la naturaleza, así como de la riqueza gastronómica que lo caracteriza con sus ya famosos huevos motuleños.
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San Felipe
Se dice que durante el periodo de la conquista un grupo de exploradores españoles formado por Felipe, Celso y Francisco, arribaron a la península a través del puerto de Progreso.
Una versión cuenta que saquearon el cementerio de la gran ciudad de Chichén Itzá, y en el camino de regreso tienen una riña entre ellos en la cual Felipe sale herido. Tras esto naufraga logrando llegar a una isla la cual era habitada por nobles mayas. Para poder ser curado fue llevado tierra a dentro, a un lugar donde había un ojo de agua; el explorador al preguntar por el nombre del lugar a aquellos nobles mayas, estos les responden: “Actaan-ha chuleb”, lo cual significa “lugar donde beben agua los chulebs” (una especie de ave, la cual prolifera en la zona).
Felipe al reconocer el potencial que había en el lugar, fue a reclutando a personas de los lugares cercanos hasta repoblar la localidad que llevaría por nombre Actam Chuleb. Posteriormente tras la llegada de la religión cristiana a la comunidad, estos tomarían al santo “San Felipe de Jesús” como su santo patrono debido a la similitud del nombre con el de aquel explorador. Mucho más adelante en el siglo XIX al declararse municipio libre adoptó el nombre de “San Felipe”.
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El Cuyo
Es un icónico puerto maya prehispánico, cuyo asentamiento yace bajo la urbanización moderna. Entre sus vestigios más emblemáticos se encuentra aún visible, el denominado “Cerro de los Amantes”, montículo sobre el cual se erige el imponente faro del Puerto.
Por su ubicación geográfica, El Cuyo forma parte de la reserva de la biósfera de Ría Lagartos, por lo que su riqueza en fauna y flora es altamente nutrida, contando con aproximadamente 300 especies de aves, de las 565 que habitan en el estado de Yucatán.
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Río Lagartos
Ubicada en la costa oriente del estado, es una zona de salinas desde tiempos ancestrales, lo cual estableció la región como la puerta de entrada al comercio e intercambio. Su nombre original, en idioma maya, era Hol-lwben, cuyo vocablo “Hol” significa “puerta, agujero u hoyo” y “Koben”, “cocina”.
El atractivo natural más representativo de la región y de este municipio es la zona Ría Lagartos que, en 1979, fue declarada como Zona de Refugio Faunístico abarcando una superficie de 47,820 hectáreas.
En el mismo sentido, las playas fueron categorizadas como Área Natural Protegida con categoría de Santuario, por decreto presidencial, para la conservación, repoblación y desarrollo de diversas especies de tortugas marinas tales como la de carey, la tortuga blanca y el flamenco rosa del Caribe, así como para otras 280 especies de aves, siendo 30,000 especímenes de aves acuáticas migratorias que arriban durante el invierno.
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Muna
Aunque se desconoce el año exacto de fundación se sabe que perteneció al cacicazgo de Tutul Xiu en la época prehispánica, su nombre significa ”agua suave” o “agua tierna”.
A pocos kilómetros sobre la carretera de Muna existe la ex hacienda San José Tipceh, sobre la que convergen las rutas turísticas de Puuc y la de los Conventos, lo que la convierte en un punto de fácil acceso a través de diferentes trayectos. Sus instalaciones aún pueden contar la historia henequenera del lugar.
Ubicado en la antigua carretera a Uxmal, Muna cuenta con el punto más alto de la serranía de Yucatán. En este lugar podrás apreciar una vista que te dará paz y tranquilidad, apreciando la fauna y vegetación de la selva yucateca. También podrás apreciar la pirámide de Uxmal enclavada en la floresta.
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